Así me senté a platicar

Y ahí me senté a platicar con ella...
En blanco y riéndome pero llorando, le reclamé el robo arbitrario hacia mi persona, le dije en palabras simples " ya me lo quitaste todo ". Le comencé a contar cuanto dolor tenía por dentro, lo sola que a veces me sentía y las ganas que en días tenía de ya no despertar.

Me cobijé de recuerdos y busqué un porqué platicar con ella, si ella me arrebató lo que más he querido en esta vida... No sé que me dió, pero a la luz de la vela le pisé los talones a su visita, y le quise robar una explicación, le busqué las ventajas y sólo me recordó la soledad y el dolor.

Pero luego me di cuenta, que la imagen sólo se convirtió en olor, ese fétido a flores podridas y a comida echada a perder, a tiempo perdido en sollozar y morder los labios de ansiedad y el pesar de las arrugas de los gestos de soledad, en esencia de mortandad.

Pero no hay más muerto que el que sufre de recordar, no hay más dolor que el de enterrarse en vida con los que a su paso han ido dejando este mundo.

Así me senté a platicar y año con año la vuelvo a desafiar, un año me tumba, me revuelca de tanto llorar, de tanto extrañar, del deseo de irme con mi gente la que hoy es ceniza y me polvea el rostro a bofetadas de amar... Otros años me río de ella, y la desvanezco cuando la vela se va a apagar.

Otros más sólo sonrío y de ella me libro y me libro, un día juntas nos vamos a quedar, mejor me acostumbro a su presencia, a su maquiavelica risa, a su nauseabunda alegría, a su misteriosa llegada, a su querencia paliativa, a su sedante amistad...

Muerte otro año te volví a ganar....

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