Xalapa, una ciudad mística

Sólo hace falta recorrer sus calles, para sentir ese aire lleno de vida, la calidez del lugar no sólo se hace presente por el clima, sino por su gente, que a más de brindarte una sonrisa, te regala un instante de su vida.

Xalapa es una ciudad histórica por excelencia y hoy se sigue distinguiendo por sus atardeceres dorados y sus noches frescas en cada una de sus calles algunas empedradas, otras pavimentadas y algunas más sin ninguna de las anteriores.

Descender por una de las calles es dificil para los que no visitamos seguido esta ciudad, para los habitantes es una de las tantas formas de vivir su lugar al máximo. Pero mientras la hazaña se va logrando te dejas perder en el aroma de café recién tostado, o en el olor atrayente de una empanada o garnacha que fuera de pensarse culposo, te evoca a una de las mejores tradiciones de todo nuestro país: la gastronomía.

Pero la misticidad de este lugar nos invita a imaginar un poco de su historia, hace más de dos mil años, Xalapa ya era un lugar importante, un grupo de familias Totonacas acuñaron los cimientos de lo que al principio se nombraba, antiguo pueblo de Xalapa, y que más tarde se convertiria en Villa, mucho después incluso de que diera hospedaje a Hernán Cortés y su ejército.

El tiempo, juez implicito de la evolución, corrió lento por más de mil años desde sus orígenes, el avance económico no era fluído y fue hasta 1791 que dió un ritmo equilibrado a su desarrollo, precisamente, cuando se convirtió en una de las poblaciones más importantes dentro de la región central de la intendencia de Veracruz, así adquirió el título de Villa.

Su paisaje verde, la prosperidad que se sentía con sólo admirarle, pudo ser causa de que después de la guerra de Independencia, las residencias de las nuevas autoridades de Veracruz se localizaran en Xalapa, con esto la proliferación del comercio y las actividades productivas se incrementaron considerablemente. Ya para 1938 Xalapa por decreto se denominó ciudad.

Recorrer cada lugar de esta ciudad indudablemente te invita a imaginar nuevas historias que por antecedente, sabemos son muy antiguas, te conduce a conocer cada rincón de sus avenidas, acudir a los teatros, a los parques, disfrutar de sensaciones veracruzanas al máximo, no faltará encontrar una marimba, o algún sonero, comer deliciosos antojitos tradicionales y ver atardeceres que deslumbran desde el punto de la ciudad que escojas. Xalapa, misticidad, tranquilidad y calidez.

1 comentarios:

Rogelio T.U.V. dijo...

Después de la excelente descripción de Xalapa... solo resta confirmar la belleza de esta tierra.